Anteriormente te contamos sobre los grandes beneficios del contacto cotidiano con la naturaleza (ver “El poder de lo natural”). Los expertos aseguran que mantener una relación consciente con la naturaleza es un hábito saludable y que, como todo hábito, hay que tratar de incorporarlo a la rutina diaria -o semanal- para empezar a notar su influencia positiva. No se necesitan grandes alteraciones de la vida cotidiana, es tan simple como dedicarnos un tiempo para conectar con los elementos esenciales.
Recopilamos algunas ideas creativas para cultivar ese vínculo provechoso con la “Pachamama” (voz quechua incorporada al diccionario de la RAE, que significa “madre naturaleza, ámbito natural donde se reproduce y realiza la vida”). Aquí te ofrecemos algunas maneras fáciles de sumar salud a tu día a día conectando con el agua, el aire, la tierra y el fuego:
AGUA 💦
- Bébela saboreándola y en cantidad suficiente –entre 1,5 litros y 2 litros al día- para ayudar a tu cuerpo a depurarse y a eliminar toxinas de forma natural.
- Báñate en ella en su estado más natural, cada vez que puedas, ya sea en el mar, lagos, ríos, arroyos, termas. Pero si no es posible, intenta experimentar la talasoterapia en tu propia casa: disfruta de algunos baños de inmersión tibios al que puedes añadir sales y/o unas gotas de aceite esencial, por ejemplo de lavanda.
- Ejercita tu cuerpo dentro de ella. Es el medio perfecto para embarazadas, personas con obesidad o con problemas en las articulaciones, pero es recomendable para todo el mundo, pues es una manera fácil de quemar calorías excedentes y aumentar flexibilidad con poco impacto en el sistema óseo.
- Obsérvala. No hace falta más que detenerte a mirar el movimiento del agua para notar sus efectos positivos. ¿Hay algo más relajante que contemplar las olas del mar? Muchas investigaciones señalan que la contemplación del mar es capaz de cambiar nuestras ondas cerebrales (igualmente sucede con un lago, un río o un pequeño arroyo). También se ha demostrado que las tonalidades del color azul tienen un efecto calmante en las personas.
- Huélela. El aroma del mar nos reconforta porque está cargado de iones negativos. Un artículo del International Journal of Molecular Sciences, explica que la terapia de iones –que no es otra cosa que respirar el aire marino- ayuda a tratar los síntomas de la depresión y la ansiedad (ver artículo citado). También se dice que el aire del mar es favorable para mejorar la función pulmonar. Así que, aunque no vivamos cerca de la costa, podemos ir de vez en cuando y asegurarnos de respirar profundamente junto al mar. Y en este punto, ya estamos hablando del siguiente elemento: AIRE.
AIRE 💨
- rgias, asma y otraSal de tu casa. La polución en las ciudades puede desencadenar ales enfermedades respiratorias, pero se desconoce que la concentración de contaminantes en el aire puertas adentro puede llegar a ser cinco veces superior a la del exterior (click para más información). Nuestra recomendación es que salgas afuera, que algunas actividades que habitualmente haces en interiores, vayas a practicarlas al aire libre. Por ejemplo, leer un libro en la plaza, dormir la siesta en el jardín, ir de camping, etc. Busca los lugares de mayor circulación de aire, allí suele encontrarse el más puro y fresco.
- Respira prestando atención. La respiración es la única función fisiológica que podemos realizar de forma inconsciente y consciente. Observando conscientemente el aire que inspiras, exhalas y retienes, puedes convertir tu respiración en una magnífica oportunidad para fortalecer la integración mente-cuerpo-espíritu.
- Practica yoga. Además de los beneficios sobre la flexibilidad y tonicidad muscular, en la práctica del yoga la respiración es fundamental para llegar a un estado de relajación completo. Con la respiración de yoga consigues reeducar a tu cuerpo para mejorar la capacidad pulmonar, además ayuda a estar presente en el aquí y el ahora y encontrar el equilibrio y el control sobre los pensamientos. Así es más fácil eliminar miedos, frustraciones y ansiedades que ocupan el subconsciente y no te dejan evolucionar (click aquí para más datos sobre la respiración en yoga).
TIERRA 🪴
- Amásala. La alfarería es definitivamente terapéutica y relajante. Al manipular la arcilla, la mente y el cuerpo entran en una sinergia natural, estimulando la imaginación y la creatividad. Esta actividad artística induce a la reflexión, puede abrir la mente y liberarnos de las preocupaciones externas. (Más detalles sobre la alfarería y sus impactos positivos en nuestra salud)
- Hazte masajes con barro. La barroterapia es un tratamiento tópico milenario que consiste en utilizar el barro con el fin de aportar múltiples beneficios a través de la piel. Puede resultar desintoxicante, ya que ayuda a eliminar las células muertas, toxinas e impurezas; o extra hidratante, gracias a su alto contenido en minerales como el silicio, el magnesio, el zinc y el cobre; puede ser reafirmante, ya que favorece la microcirculación sanguínea; o antiseborreico, ya que reduce el aumento de la secreción de las glándulas sebáceas de la piel; además de que una sesión de masajes con fango es sumamente relajante y antiestrés. (Más información)
- Cultívala. Trabajar la tierra para crear un jardín en casa puede parecer complicado o esforzado, pero para empezar solo hace falta una pequeña maceta en la que plantes lo que te apetezca. El cuidado de una planta favorece el bienestar emocional, así lo demuestran los estudios científicos realizados en tiempos de confinamiento durante la pandemia de Covid-19 (ver artículo). Si se te da bien lo del cultivo en macetas y te animás a más, desafíate a ¡producir tus propios alimentos! Una huerta es la entrada a una dimensión de beneficios más “nutritivos” y “sustanciosos” (más información).
- Disfruta de la vegetación que te rodea. Si la jardinería no es lo suyo, puedes simplemente entregarte a un paseo por una zona rural, jardín botánico, parque o plaza, (en el espacio verde más cercano) y observe los tallos, hojas, flores o frutos. Juega a identificar las distintas especies vegetales por sus caracterìsticas. No hace falta gran esfuerzo para identificar los beneficios que nos regala la tierra. Cada vez son más difundidos los “baños de bosque”: se trata de dar un paseo entre los árboles poniendo en alerta los cinco sentidos para disfrutarlo al máximo. Esta interesante técnica produce un bienestar general en el organismo, libera el estrés y eleva la conciencia de las personas. (Mucha más información es este libro de descarga gratuita > “Baños de bosque, una propuesta de salud”)
FUEGO 🔥
- Déjate abrazar por el sol. La luz del sol tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo y está comprobado científicamente por cientos de estudios alrededor del mundo, que recomiendan una exposición de 20 minutos diarios al menos, para mantener tus huesos fuertes. El cuerpo produce vitamina D cuando se expone a la luz del sol, ésta ayuda a mantener el calcio evitando que los huesos se vuelvan frágiles, y además ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico.
Aunque parezca contradictorio, la luz solar nos ayuda a dormir mejor, pues regula el ritmo circadiano diciéndole al cuerpo cuándo aumentar o disminuir los niveles de melatonina (hormona del sueño). Cuanta más exposición a la luz del día, mejor producirá melatonina el cuerpo cuando sea la hora de irse a dormir. Esta hormona ayuda a reducir la reactividad al estrés y asimismo, el sol aumenta el nivel de serotonina del cuerpo, que es una sustancia química que mejora el estado de ánimo y nos ayuda a mantenernos calmados y concentrados.
Es importante dejar claro que un poco de sol en nuestra vida puede aportar muchos beneficios, pero demasiado puede resultar dañino para la piel; antes de salir a tomar sol hay que tomar precauciones para evitar quemaduras con los rayos UV. - Quema y transmuta. El fuego fue determinante en la evolución de nuestra especie. Para los seres humanos que descubrieron cómo dominarlo, este elemento significó la supervivencia: podían protegerse del frío, ahuyentar animales peligrosos, cocinar alimentos, iluminar sus oscuridades, entre otras actividades. Metafórica y literalmente, la humanidad encontró la luz en un mundo de tinieblas. Nuestra relación con este elemento sublima el concepto de “hogar”, “protección”. Aún hoy persisten rituales en torno al fuego (puedes leer más al respecto en este link), en mayor o menor medida, todos tienen poder de evocación a nuestros orígenes y la posterior transformación evolutiva. Hacer un “fueguito” nos conecta con esa mística ancestral. Contemplar la danza de las llamas ayuda al recogimiento necesario para pensar y hacer evolucionar nuestras ideas. No es necesaria una gran fogata, puede ser pequeña, tan pequeña como una vela o una braza (ejemplo, un sahumerio) lo que importa es la simbología, la intencionalidad y dejarse llevar por el estímulo de la luz, de los aromas y el movimiento del humo.
- Observa las estrellas. Cuando cae la noche, nuestra vista se relaja y nuestro cuerpo y mente abandonan el estado de alerta normal de cuando hay mucha luz (algo que también va ligado a nuestro ritmo circadiano) y naturalmente nos vamos preparando para el descanso, es un buen momento para salir a la terraza y levantar la vista hacia las estrellas. Es una actividad que, de por sí, invita a la calma. Simplemente hay que concentrarse en algo que no exige movimiento ni esfuerzo y lógicamente lo llevará a la relajación. Solo hay que mirar y hacer silencio. Poco a poco desconectas de todo lo que nos rodea y, así, descargarás el estrés que nos pesa.
- Déjate abrazar por el sol. La luz del sol tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo y está comprobado científicamente por cientos de estudios alrededor del mundo, que recomiendan una exposición de 20 minutos diarios al menos, para mantener tus huesos fuertes. El cuerpo produce vitamina D cuando se expone a la luz del sol, ésta ayuda a mantener el calcio evitando que los huesos se vuelvan frágiles, y además ayuda a fortalecer tu sistema inmunológico.
La ciencia ha demostrado ampliamente los beneficios de interactuar con la naturaleza; si intuitivamente sientes que te haría sentir mejor… ¿Qué esperar para responder a la llamada de lo natural?